¿Cómo funciona un aparato de aire acondicionado?

Los aires acondicionados funcionan gracias al principio de equilibrio térmico, el cual establece que si dos cuerpos tienen diferentes temperaturas al entrar en contacto, la energía, o calor, de uno se transportará al otro hasta que los dos tengan la misma temperatura.

En este caso, esos dos cuerpos son el aire de la habitación (caliente) y el gas refrigerante (frío), transportados de adentro hacia fuera y viceversa, a través de los tubos.

De esta forma, el sistema hace que el aire y el gas intercambien sus temperaturas.

El resultado es aire fresco que se distribuye en la habitación y un gas caliente que se conduce al exterior para volver a ser enfriado y regresar a extraer más calor.

Una vez que el gas absorbió el calor del aire interior, es conducido al exterior pasando por un compresor.

Este ejerce presión sobre el gas caliente.

La presión hace que el gas libere energía y, como consecuencia natural, se enfríe.

El condensador continúa con la liberación de esta energía, haciendo que el gas pase a estado líquido, lo que libera aún más el calor.

Ese líquido frío es introducido otra vez al interior, pasando por una válvula de expansión que evita que el gas se gasifique rápidamente.

Adentro, el líquido se vuelve a transformar en gas a través del evaporizador.

Este proceso requiere calor, el cual se obtiene del aire caliente que se encuentra en la habitación y disminuye la temperatura del ambiente.

El gas frío vuelve otra vez a calentarse y es nuevamente llevado al exterior, completando el ciclo.

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